En mi boca
entornada
mi boca puerta
van pasajeros
tus ojos.
Se estelan
en la orilla
de la nada
se refugian
de la nada
se refugian
en la pausa
amanecida
de las sábanas.
amanecida
de las sábanas.
Mínimos destinos
sin dominio
ni final.
Ojos que
regresan
en vuelos
en vuelos
invernales
al refugio
del desencuentro.